Causas y situaciones de la independencia americana
El Estado español está en crisis desde 1808 a causa de la invasión
napoleónica y la descomposición de la corona. En el siglo XIX se pretende que las posesiones españolas de ultramar
funcionen con un concepto sajón, y pasan de ser posesiones a ser colonias, y a
explotarse económicamente en favor de la metrópoli. La dependencia política y
económica de España aumenta, y América se convierte en proveedora de materias primas y
mercados. También aumenta la presión fiscal sobre las tierras americanas. Sin
embargo, la guerra y el liberalismo que se impone tras la derrota de Napoleón, hacen caer las
barreras proteccionistas, y la confianza en el
Estado español se tambalea.
Esta es la época en la que triunfan las ideas románticas y la ideología liberal, que se imponen tras el éxito de la Revolución estadounidense
y la Revolución francesa. Nacen
en esta fecha los nacionalismos americanos que mitifican y manipulan la
historia, principalmente a través de la literatura. Los criollos se sienten descendientes o de los indios americanos, o de
los primeros descubridores que hicieron el viaje con Colón.
La revolución industrial aún
no se había desarrollado en España, y sí en Inglaterra, Francia y los Países Bajos, que dominan desde 1713 (tras el Tratado de Utrecht) el
comercio con América. Inglaterra, particularmente, tiene un intenso comercio
con América. Sobre todo tras la batalla de Trafalgar, en
la que España pierde las rutas de navegación a América, y por el bloqueo
napoleónico de Europa, que dificulta el comercio americano con España.
En América el equilibrio de poder continúa siendo el borbónico, una
Administración funcionarial con los cargos en venta, la Iglesia y el dominio de
las oligarquías que compran y venden oficios. Cada vez más, se veía a España
como un obstáculo que impedía el crecimiento económico, particularmente por la
prohibición del comercio interregional.
Durante el siglo XIX se suceden los ataques británicos a
las colonias y a las flotas españolas. Se atacan los puertos de Buenos Aires y La Habana, y las islas
como Jamaica. La metrópoli no está en condiciones de prestar mucha
ayuda, pues está en guerra, por lo que América tiene la impresión de estar
abandonada. Proliferan, también, los conflictos sociales por el control
económico y de los cargos públicos, con las oligarquías españolas. Las quejas
políticas son continuas. Aparece el movimiento comunero en Colombia, y se extiende por toda Suramérica. Además, también proliferan las revueltas indias.
En Cuba estas rebeliones serán el germen del nacionalismo.
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